miércoles, 16 de septiembre de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

miércoles 16 Septiembre 2009
Miércoles de la Vigésimocuarta semana del Tiempo Ordinario

San Cipriano, Devoción Mariana: la Santa Casa de la Virgen



Leer el comentario del Evangelio por
San Bernardo : La ignorancia de los que no se convierten

Lecturas

San Pablo a Timoteo 1 3,14-16.
Aunque espero ir a verte pronto, te escribo estas cosas
por si me atraso. Así sabrás cómo comportarte en la casa de Dios, es decir,
en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad.
En efecto, es realmente grande el misterio que veneramos: El se manifestó
en la carne, fue justificado en el Espíritu, contemplado por los ángeles,
proclamado a los paganos, creído en el mundo y elevado a la gloria.


Salmo 111(110),1-2.3-4.5-6.
¡Aleluya! Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la
asamblea de los justos.
Grandes son las obras del Señor : los que las aman desean comprenderlas.
Su obra es esplendor y majestad, su justicia permanece para siempre.
El hizo portentos memorables, el Señor es bondadoso y compasivo.
Proveyó de alimento a sus fieles y se acuerda eternamente de su alianza.
Manifestó a su pueblo el poder de sus obras, dándole la herencia de las
naciones.


Lucas 7,31-35.
¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se
parecen?
Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre
ellos: '¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos
fúnebres, y no lloraron!'.
Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes
dicen: '¡Ha perdido la cabeza!'.
Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: '¡Es un glotón y un
borracho, amigo de publicanos y pecadores!'.
Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

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