CRECER

Dios Dijo:

Cuando eras un niño, descubriste temprano que no todo en la vida sucede como tú quisieras, pero, si aún esperas que la vida siga a tu voluntad, y sólo a tu voluntad, esta lección todavía no ha sido asimilada. De lo contrario, ¿por qué te pondrías triste cuando la vida no sigue a tu modo?

Ciertamente, tú protestas. Podrías pelear, o podrías sentirte derrotado. No te sentirías de ninguno de los dos modos a menos que esperaras que la vida siga a tu modo. No querías un chupetín de cereza. Querías uno de naranja. ¿Cómo puede ser que la vida te haya negado lo que tú querías?

Podrías ser la persona más agradable del mundo y no pelear con nadie y no protestar ante nadie, pero ante la vida, tal como se te presenta, bien podrías protestar. Podrías sacudirle los brazos y lamentarte por cómo la vida no siguió tus antojos. ¿Cómo pudo la vida comportarse de esa manera? ¿Cómo pudiste ser rechazado? ¿Cómo pudo la persona que tú amabas amar a otra persona? ¿Cómo pudo ser que tus negocios no vayan bien? ¿Cómo pudo alguien o algo pasar por alto a tus deseos? ¿Cómo puede ser que alguna de las cosas que tanto deseas no te llegue, y cómo puede ser que lo que no quieres te llegue con tanta facilidad?

De alguna manera, sentiste que han sido injustos contigo, o no protestarías. Verdaderamente, puede que hayan sido injustos contigo, amado. El chupetín de naranja se le dio a alguna otra persona delante de tus ojos, y a ti te dieron el que no querías. Y en algún lugar hay un niño al que no le dieron ningún chupetín. Escúchame. En la vida, no se trata de salirte con la tuya, ni de que sean injustos contigo o de que salgas beneficiado.

Es mejor no juzgar lo que la vida te da y lo que no. Dejar ir no es denigrarte, amado. Dejar ir no significa que te vas a dejar fuera de la ecuación, amado. Dejar ir no significa renunciar. Sí significa renunciar a los pensamientos que no son de ayuda en el curso de tu vida. Dejar ir es tomar la vida como viene y avanzar sin tratar de comprender todo. Dejar ir significa olvidar el disgusto.

Muchas veces has escuchado que la actitud es todo. YO SOY Todo, pero la actitud es bastante. ¿Y de dónde proviene tu actitud? Tu actitud no resulta de un acto de voluntad. No puedes cambiar tu actitud como si fuera un traje completo. La actitud llega un poco más profundo, pero puedes tener la intención de que tu actitud cambie. Antes que tu actitud ante la vida pueda cambiar, amado, el modo en que miras las cosas tiene que cambiar. ¿Cuál es tu premisa con respecto a la vida? ¿Cuál quieres que sea tu premisa?

Dejar ir no significa abandonar tus sueños. Significa que no insistas en que tus sueños se hagan realidad en este momento en la forma exacta en la que te los figuraste. Dejar ir no significa no tener propósitos. Sé resuelto.

Ser agradecido con la vida es un poquito distinto a conseguir todo lo que quieres como quieres.

Quizás más sueños que los que reconociste se han hecho realidad. Quizás has estado mirando a la lista del pasivo cuando podrías haber estado mirando a la lista del activo.

Dejar ir no significa conformarse con menos que lo que quieres. Tú no te conformas. Mantienes los ojos abiertos para todo lo bueno que está por venir.

Dejar ir significa dejar de usar ciertos adjetivos. Ya no anuncies a las situaciones como graves. Sé más gentil al Presentarte tu vida a ti mismo. Se más gentil.

Traducido por: Cecilia Ricardini

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