lunes, 17 de agosto de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

lunes 17 Agosto 2009
Lunes de la Vigésima semana del Tiempo Ordinario

Santa Beatriz de Silva, San Jacinto



Leer el comentario del Evangelio por
San Atanasio : «Tendrás un tesoro en el cielo»

Lecturas

Jueces 2,11-19.
Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos del Señor y sirvieron a
los Baales.
Abandonaron al Señor, el Dios de sus padres, que los había hecho salir de
Egipto; fueron detrás de otros dioses - los dioses de los pueblos vecinos -
y se postraron delante de ellos, provocando así la indignación del Señor.
Abandonaron al Señor para servir a Baal y a Astarté.
Por eso, la ira del Señor se encendió contra Israel: él los puso en manos
de salteadores, que los despojaron; los entregó a los enemigos que tenían a
su alrededor, y no pudieron oponerles resistencia.
En todas las campañas, la mano del Señor se ponía en contra de ellos para
hacerles mal, como el mismo Señor lo había dicho y jurado. Así se
encontraron en una situación muy angustiosa.
Entonces el Señor suscitaba jueces, que salvaban a los israelitas del poder
de los salteadores.
Pero los israelitas no escuchaban a sus jueces, sino que se prostituían,
yendo detrás de otros dioses y postrándose delante de ellos. Se desviaban
muy pronto del camino seguido por sus padres, que habían obedecido los
mandamientos del Señor. Ellos, en cambio, no hacían lo mismo.
Cuando el Señor les suscitaba jueces, estaba con el juez y los salvaba de
las manos de sus enemigos mientras vivía el juez, porque se compadecía de
los gemidos que les provocaban sus opresores y perseguidores.
Pero cuando moría el juez, volvían a pervertirse más aún que sus
antepasados: iban detrás de otros dioses para servirlos y postrarse delante
de ellos, sin renunciar en nada a sus malas acciones y a su conducta
obstinada.


Salmo 106(105),34-35.36-37.39-40.43.44.
No exterminaron a los pueblos como el Señor les había mandado:
se mezclaron con los paganos e imitaron sus costumbres;
rindieron culto a sus ídolos, que fueron para ellos una trampa.
Sacrificaron en honor de los demonios a sus hijos y a sus hijas;
Se mancharon con sus acciones y se prostituyeron con su mala conducta;
por eso el Señor se indignó contra su pueblo y abominó de su herencia.
El Señor los libró muchas veces, pero ellos se obstinaron en su actitud, y
se hundieron más y más en su maldad.
Sin embargo, el miró su aflicción y escuchó sus lamentos.


Mateo 19,16-22.
Luego se le acercó un hombre y le preguntó: "Maestro, ¿qué obras buenas
debo hacer para conseguir la Vida eterna?".
Jesús le dijo: "¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es
el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos".
"¿Cuáles?", preguntó el hombre. Jesús le respondió: "No matarás, no
cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio,
honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo".
El joven dijo: "Todo esto lo he cumplido: ¿qué me queda por hacer?".
"Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, ve, vende todo lo que tienes y
dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y
sígueme".
Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía
muchos bienes.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

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