viernes, 21 de agosto de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

viernes 21 Agosto 2009
Viernes de la Vigésima semana del Tiempo Ordinario

San Pío X, Padre Mauricio Jimenez S. J.



Leer el comentario del Evangelio por
Clemente de Alejandría : Los dos mandamientos

Lecturas

Rut 1,1.3-6.14-16.22.
Durante el tiempo de los Jueces hubo una gran sequía en el país, y un
hombre de Belén de Judá emigró a los campos de Moab, con su mujer y sus dos
hijos.
Al morir Elimélec, el esposo de Noemí, ella se quedó con sus hijos.
Estos se casaron con mujeres moabitas - una se llamaba Orpá y la otra Rut -
y así vivieron unos diez años.
Pero también murieron Majlón y Quilión, y Noemí se quedó sola, sin hijos y
sin esposo.
Entonces se decidió a volver junto con sus nueras, abandonando los campos
de Moab, porque se enteró de que el Señor había visitado a su pueblo y le
había proporcionado alimento.
Ellas volvieron a prorrumpir en sollozos, pero al fin Orpá despidió a su
suegra con un beso, mientras que Rut se quedó a su lado.
Noemí le dijo: "Mira, tu cuñada regresa a su pueblo y a sus dioses; regresa
tú también con ella".
Pero Rut le respondió: "No insistas en que te abandone y me vuelva, porque
yo iré adonde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y
tu Dios será mi Dios.
Así regresó Noemí con su nuera, la moabita Rut, la que había venido de los
campos de Moab. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la cosecha de la cebada.



Salmo 146(145),5-6.7.8-9.10.
Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob y pone su esperanza en el Señor,
su Dios:
él hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. El
mantiene su fidelidad para siempre,
hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a
los cautivos,
abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados.
El Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el
Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las
generaciones. ¡Aleluya!


Mateo 22,34-40.
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los
saduceos, se reunieron en ese lugar,
y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a
prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?".
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma y con todo tu espíritu.
Este es el más grande y el primer mandamiento.
El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario