martes, 25 de agosto de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

martes 25 Agosto 2009
Martes de la Vigésimoprimera semana del Tiempo Ordinario

San Luis, San José de Calasanz, Beato Diego Carvalho



Leer el comentario del Evangelio por
Orígenes : «Limpia primero la copa por dentro»

Lecturas

San Pablo a los Tesalonicences 1 2,1-8.
Ustedes saben muy bien, hermanos, que la visita que les hicimos no fue
inútil.
Después de ser maltratados e insultados en Filipos, como ya saben, Dios nos
dio la audacia necesaria para anunciarles su Buena Noticia en medio de un
penoso combate.
Nuestra predicación no se inspira en el error, ni en la impureza, ni en el
engaño.
Al contrario, Dios nos encontró dignos de confiarnos la Buena Noticia, y
nosotros la predicamos, procurando agradar no a los hombres, sino a Dios,
que examina nuestros corazones.
Ustedes saben -y Dios es testigo de ello- que nunca hemos tenido palabras
de adulación, ni hemos buscado pretexto para ganar dinero.
Tampoco hemos ambicionado el reconocimiento de los hombres, ni de ustedes
ni de nadie,
si bien, como Apóstoles de Cristo, teníamos el derecho de hacernos valer.
Al contrario, fuimos tan condescendientes con ustedes, como una madre que
alimenta y cuida a sus hijos.
Sentíamos por ustedes tanto afecto, que deseábamos entregarles, no
solamente la Buena Noticia de Dios, sino también nuestra propia vida: tan
queridos llegaron a sernos.


Salmo 139(138),1-3.4-6.
Del maestro de coro. De David. Salmo. Señor, tú me sondeas y me conoces
tú sabes si me siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares.

Antes que la palabra esté en mi lengua, tú, Señor, la conoces plenamente;
me rodeas por detrás y por delante y tienes puesta tu mano sobre mí;
una ciencia tan admirable me sobrepasa: es tan alta que no puedo
alcanzarla.


Mateo 23,23-26.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la
menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la
justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin
descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la
copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y
desenfreno!
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará
limpia por fuera.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

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