miércoles 05 Agosto 2009
Miércoles de la Decimoctava semana del Tiempo Ordinario
Dedicación de la Basílica de Santa María
Leer el comentario del Evangelio por
Julián de Vézelay : «Mujer, qué grande es tu fe»
Lecturas
Números 13,1-2.25-33.14,1.26-29.
El Señor dijo a Moisés:
"Envía unos hombres a explorar el país de Canaán, que yo doy a los
israelitas; enviarás a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos
ellos jefes de tribu".
Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país.
Entonces fueron a ver a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los
israelitas en Cades, en el desierto de Parán, y les presentaron su informe,
al mismo tiempo que les mostraban los frutos del país.
Les contaron lo siguiente: "Fuimos al país donde ustedes nos enviaron; es
realmente un país que mana leche y miel, y estos son sus frutos.
Pero, ¡qué poderosa es la gente que ocupa el país! Sus ciudades están
fortificadas y son muy grandes. Además, vimos allí a los anaquitas.
Los amalecitas habitan en la región del Négueb; los hititas, los jebuseos y
los amorreos ocupan la región montañosa; y los cananeos viven junto al mar
y a lo largo del Jordán".
Caleb trató de animar al pueblo que estaba junto a Moisés, diciéndole:
"Subamos en seguida y conquistemos el país, porque ciertamente podremos
contra él".
Pero los hombres que habían subido con él replicaron: "No podemos atacar a
esa gente, porque es más fuerte que nosotros".
Y divulgaron entre los israelitas falsos rumores acerca del país que habían
explorado, diciendo: "La tierra que recorrimos y exploramos devora a sus
propios habitantes. Toda la gente que vimos allí es muy alta.
Vimos a los gigantes - los anaquitas son raza de gigantes - Nosotros nos
sentíamos como langostas delante de ellos, y esa es la impresión que
debimos darles".
Entonces la comunidad en pleno prorrumpió en fuertes gritos, y el pueblo
lloró toda aquella noche.
Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón:
"¿Hasta cuándo esta comunidad perversa va a seguir protestando contra mí?
Ya escuché las incesantes protestas de los israelitas.
Por eso, diles: "Juro por mi vida, palabra del Señor, que los voy a tratar
conforme a las palabras que ustedes han pronunciado.
Por haber protestado contra mí, sus cadáveres quedarán tendidos en el
desierto: los cadáveres de todos los registrados en el censo, de todos los
que tienen más de veinte años.
Salmo 106(105),6-7.13-14.21-22.23.
Hemos pecado, igual que nuestros padres; somos culpables, hicimos el mal:
nuestros padres, cuando estaban en Egipto, no comprendieron tus maravillas;
no recordaron la multitud de tus favores, y en el Mar Rojo desafiaron al
Altísimo.
Pero muy pronto se olvidaron de sus obras, no tuvieron en cuenta su
designio;
ardían de avidez en el desierto y tentaron a Dios en la soledad:
Olvidaron a Dios, que los había salvado y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo.
El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo firme
en la brecha para aplacar su enojo destructor.
Mateo 15,21-28.
Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón.
Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar:
"¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente
atormentada por un demonio".
Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron:
"Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos".
Jesús respondió: "Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del
pueblo de Israel".
Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: "¡Señor, socórreme!".
Jesús le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a
los cachorros".
Ella respondió: "¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que
caen de la mesa de sus dueños!".
Entonces Jesús le dijo: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu
deseo!". Y en ese momento su hija quedó curada.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Hace 4 años
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