jueves, 23 de julio de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

ueves 23 Julio 2009
Santa Brígida, religiosa, patrona de Europa - Fiesta

Santa Brígida de Suecia, Benedicto XVI: Beato María Arnaiz Baron



Leer el comentario del Evangelio por
Juan-Pablo II : Santa Brígida de Suecia co-patrona de Europa

Lecturas

Exodo 19,1-2.9-11.16-20.
El primer día del tercer mes, después de su salida de Egipto, los
israelitas llegaron al desierto del Sinaí.
Habían partido de Refidím, y cuando llegaron al desierto del Sinaí,
establecieron allí su campamento. Israel acampó frente a la montaña.
El Señor dijo a Moisés: "Yo vendré a encontrarme contigo en medio de una
densa nube, para que el pueblo pueda escuchar cuando yo te hable. Así
tendrá en ti una confianza a toda prueba". Y Moisés comunicó al Señor las
palabras del pueblo.
Luego añadió: "Ve adonde está el pueblo y ordénales que se purifiquen hoy y
mañana. Que laven su ropa
y estén preparados para pasado mañana. Porque al tercer día el Señor
descenderá sobre la montaña del Sinaí, a la vista de todo el pueblo.
Al amanecer del tercer día, hubo truenos y relámpagos, una densa nube
cubrió la montaña y se oyó un fuerte sonido de trompeta. Todo el pueblo que
estaba en el campamento se estremeció de temor.
Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios, y
todos se detuvieron al pie de la montaña.
La montaña del Sinaí estaba cubierta de humo, porque el Señor había bajado
a ella en el fuego. El humo se elevaba como el de un horno, y toda la
montaña temblaba violentamente.
El sonido de la trompeta se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y el
Señor le respondía con el fragor del trueno.
El Señor bajó a la montaña del Sinaí, a la cumbre de la montaña, y ordenó a
Moisés que subiera a la cumbre. Moisés subió,


Daniel 3,52.53.54.55.56.
«Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, loado, exaltado eternamente.
Bendito el santo nombre de tu gloria, loado, exaltado eternamente.
Bendito seas en el templo de tu santa gloria, cantado, enaltecido
eternamente.
Bendito seas en el trono de tu reino, cantado, exaltado eternamente.
Bendito tú, que sondas los abismos, que te sientas sobre querubines, loado,
exaltado eternamente.
Bendito seas en el firmamento del cielo, cantado, glorificado eternamente.


Mateo 13,10-17.
Los discípulos se acercaron y le dijeron: "¿Por qué les hablas por medio de
parábolas?".
El les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del
Reino de los Cielos, pero a ellos no.
Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero
al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no
escuchan ni entienden.
Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que
oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán,
Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos
y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y
su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure.
Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos,
porque oyen.
Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y
no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

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