domingo, 26 de julio de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

lunes 27 Julio 2009
Lunes de la Decimoseptima semana del Tiempo Ordinario

Beata María Magdalena Martinengo, San Pantaleón, Santa Natália Sabagota



Leer el comentario del Evangelio por
San Macario : « Hasta que la pasta fermente »

Lecturas

Exodo 32,15-24.30-34.
Moisés emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus
manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y de
otro.
Esas tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada sobre ellas era
escritura de Dios.
Al escuchar el ruido de las aclamaciones que profería el pueblo, Josué dijo
a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento".
Pero Moisés respondió: "No son cantos de victoria, ni alaridos de derrota;
lo que oigo son cantos de coros alternados".
Cuando Moisés estuvo cerca del campamento y vio el ternero y las danzas, se
enfureció, y arrojando violentamente las tablas que llevaba en sus manos,
las hizo añicos al pie de la montaña.
Después tomó el ternero que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta
pulverizarlo. Luego esparció el polvo sobre el agua, y se la hizo beber a
los israelitas.
Moisés dijo a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a
cometer un pecado tan grave?".
Pero Aarón respondió: "Te ruego, señor, que reprimas tu enojo. Tú sabes muy
bien que este pueblo está inclinado al mal.
Ellos me dijeron: "Fabrícamos un dios que vaya al frente de nosotros,
porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir
de Egipto".
Entonces les ordené: "El que tenga oro que se desprenda de él. Ellos me lo
trajeron, yo lo eché al fuego, y salió este ternero".
Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han cometido un gran
pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda
expiar ese pecado".
Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: "Por desgracia,
este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de
oro.
¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de esto...! Y si no, bórrame por favor
del Libro que tú has escrito".
El Señor le respondió: "Yo borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí.
Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar que yo te indiqué: mi
ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para
castigarlos por su pecado".


Salmo 106(105),19-20.21-22.23.
En Horeb se fabricaron un ternero, adoraron una estatua de metal fundido:
así cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto.
Olvidaron a Dios, que los había salvado y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo.
El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo firme
en la brecha para aplacar su enojo destructor.


Mateo 13,31-35.
También les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un
grano de mostaza que un hombre sembró en su campo.
En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es
la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera
que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas".
Después les dijo esta otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un
poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta
que fermenta toda la masa".
Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les
hablaba sin parábolas,
para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas,
anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

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