miércoles, 29 de julio de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

miércoles 29 Julio 2009
Santa Marta - Memoria

Santa Marta



Leer el comentario del Evangelio por
San Francisco de Sales : «Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro» (Jn 11,5)

Lecturas

Epístola I de San Juan 4,7-16.
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de
Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que
tuviéramos Vida por medio de él.
Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que
él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por
nuestros pecados.
Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los
unos a los otros.
Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios
permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en
nosotros.
La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros, es que nos
ha comunicado su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como
Salvador del mundo.
El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios
permanece en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios
permanece en él.


Salmo 33(32),2-11.
Alaben al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez cuerdas;
entonen para él un canto nuevo, toquen con arte, profiriendo aclamaciones.
Porque la palabra del Señor es recta y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor.
La palabra del Señor hizo el cielo, y el aliento de su boca, los ejércitos
celestiales;
él encierra en un cántaro las aguas del mar y pone en un depósito las olas
del océano.
Que toda la tierra tema al Señor, y tiemblen ante él los habitantes del
mundo;
porque él lo dijo, y el mundo existió, él dio una orden, y todo subsiste.
El Señor frustra el designio de las naciones y deshace los planes de los
pueblos,
pero el designio del Señor permanece para siempre, y sus planes, a lo largo
de las generaciones.


Juan 11,19-27.
Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su
hermano.
Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras
María permanecía en la casa.
Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría
muerto.
Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas".
Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará".
Marta le respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día".
Jesús le dijo: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque
muera, vivirá;
y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?".
Ella le respondió: "Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios,
el que debía venir al mundo".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

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