domingo, 19 de julio de 2009

EL EVANGELIO DE HOY

lunes 20 Julio 2009
Lunes de la Decimosexta semana del Tiempo Ordinario

San Aurelio, Santa Liberata, Santa Margarita o Marina, José Camarena S.J.: Canonización Miguel Agustín Pro



Leer el comentario del Evangelio por
San Efrén : El signo de Jonás

Lecturas

Exodo 14,5-18.
Cuando informaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, el Faraón y
sus servidores cambiaron de idea con respecto al pueblo, y exclamaron:
"¿Qué hemos hecho? Dejando partir a Israel, nos veremos privados de sus
servicios".
Entonces el Faraón hizo enganchar su carro de guerra y alistó sus tropas.
Tomó seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto, con tres
hombres en cada uno.
El Señor endureció el corazón del Faraón, el rey de Egipto, y este se lanzó
en persecución de los israelitas, mientras ellos salían triunfalmente.
Los egipcios los persiguieron con los caballos y los carros de guerra del
Faraón, los conductores de los carros y todo su ejército; y los alcanzaron
cuando estaban acampados junto al mar, cerca de Pihajirot, frente a Baal
Sefón.
Cuando el Faraón ya estaba cerca, los israelitas levantaron los ojos y, al
ver que los egipcios avanzaban detrás de ellos, se llenaron de pánico e
invocaron a gritos al Señor.
Y dijeron a Moisés: "¿No había tumbas en Egipto para que nos trajeras a
morir en el desierto? ¿Qué favor nos has hecho sacándonos de allí?
Ya te lo decíamos cuando estábamos en Egipto: "¡Déjanos tranquilos!
Queremos servir a los egipcios, porque más vale estar al servicio de ellos
que morir en el desierto".
Moisés respondió al pueblo: "¡No teman! Manténganse firmes, porque hoy
mismo ustedes van a ver lo que hará el Señor para salvarlos. A esos
egipcios que están viendo hoy, nunca más los volverán a ver.
El Señor combatirá por ustedes, sin que ustedes tengan que preocuparse por
nada.
Después el Señor dijo a Moisés: "¿Por qué me invocas con esos gritos?
Ordena a los israelitas que reanuden la marcha.
Y tú, con el bastón en alto, extiende tu mano sobre el mar y divídelo en
dos, para que puedan cruzarlo a pie.
Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, y ellos entrarán en el mar
detrás de los israelitas. Así me cubriré de gloria a expensas del Faraón y
de su ejército, de sus carros y de sus guerreros.
Los egipcios sabrán que soy el Señor, cuando yo me cubra de gloria a
expensas del Faraón, de sus carros y de sus guerreros".


Exodo 15,1-2.3-4.5-6.
Entonces Moisés y los israelitas entonaron este canto en honor del Señor:
"Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria: él hundió en el mar los
caballos y los carros.
El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. El es mi Dios y yo lo
glorifico, es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza.
El Señor es un guerrero, su nombre es "Señor".
El arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército, lo mejor de sus
soldados se hundió en el Mar Rojo.
El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en lo profundo del mar.
Tu mano, Señor, resplandece por su fuerza, tu mano, Señor, aniquila al
enemigo.


Mateo 12,38-42.
Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: "Maestro, queremos que nos
hagas ver un signo".
El les respondió: "Esta generación malvada y adúltera reclama un signo,
pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.
Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez,
así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres
noches.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta
generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación
de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y
la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar
la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

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